by Felipe Villegas | Mar 6, 2019 | Regulación
El pasado viernes (1 de marzo), el Administrador del Mercado de Energía Mayorista publicó los resultados de la subasta de expansión de la capacidad de generación que tuvo lugar el 28 de febrero. Los proyectos de generación que se asignaron en esta subasta le permitirán al país tener la tranquilidad de contar con la oferta de electricidad suficiente para atender la demanda residencial, comercial e industrial hasta finales de la próxima década, incluso en condiciones de baja hidrología y durante fenómenos de “El Niño”. Pero mas allá de los megavatios, los nuevos participantes y el precio de asignación, con la subasta nuevamente se comprueba la fortaleza institucional y regulatoria del sector eléctrico, y hay que decirlo, la CREG quedó muy bien parada. En materia de “transición energética” (término muy de moda por estos días), la subasta permitió que se integren al mercado de aquí a diciembre de 2022 cerca de 1.400 megavatios que se generarían con viento y radiación solar, es decir, la regulación vigente si es suficiente para atraer a todas las tecnologías. Con la subasta, se observa también que las tecnologías no convencionales si pueden competir en igualdad de condiciones. ¿Cuál es entonces la necesidad y efectividad del Decreto 0570 de 2018 para promover ciertas tecnologías? ¿Vale la pena insistir en una subasta que busca la “transición energética” si la regulación vigente ya la permite? ¿Porqué no conservar y fortalecer la institucionalidad actual que ha demostrado resultados? Las marañas normativas no parecen ser el camino a la transición...
Recent Comments